18.10.12

audio

"El almendro" columna de Literatura de Facundo Arroyo en Tomalo con calma. Entrevista a Hernán Ronsino por su novela "Glaxo" 
Tomalo con calma: lunes a viernes por 97.1 fm y www.amprovincia.com.ar (play fm)

http://soundcloud.com/tomalo-con-calma/hernan-ronsino

30.9.12

Bitácora FILBA 2012




Asomé el cuello por la ventana del tren para
impregnarme de todo lo que habla de viajes (…)
No más que seis vagones atravesando la noche,
en cada uno de ellos viaja un fantasma (…)
Tristeza de trenes, negrura ancha de las máquinas en desuso que tanto tienen de vapor y sereno.
“Amanda desde siempre”.
Alberto Muñoz.
Hay que decir algo, entonces, de los trenes. Decir algo que resuene. Como un traqueteo. O como un anuncio. Para entenderlo. Porque sin los trenes el barrio de Liniers no se entiende. Sin la vía que parte al medio a la ciudad. Y que partió al medio, antes, a la pampa. Esta línea oeste que fue la primera que se hundió en el desierto sobre un camino desmalezado por el Ejército Grande. Sarmiento estaba ahí, como boletinero. Escribía lo que pasaba en el Ejército Grande que avanzaba, irremediable, hacia Palermo. Ahí estaba Sarmiento acercándose a Rosas. Tantas veces lo había imaginado. En Chile. En sus escritos como Viajero. Y ahora no sólo estaba en la pampa –en esa extensión que era un mal– sino también estaba acechando al hombre que encarnaba el mal. Rosas, el salvaje, el que había clavado el puñal de la barbarie en la culta Buenos Aires. Ese Ejército, entonces, que triunfa en Caseros liberará las fuerzas del progreso. Las vías que parten al medio a la ciudad y antes a la pampa son un símbolo de esa idea de Progreso. Muchos años después Perón le pondrá el nombre del sanjuanino a la línea oeste. El Sarmiento, como se lo llama todavía, sale de Once. El nombre de la estación recuerda la revolución del 11 de septiembre de 1852 cuando Buenos Aires se levanta contra Urquiza y se separa del resto del país por diez años. El sueño de Buenos Aires se hace realidad por esos tiempos. Luego, como es evidente, ese deseo se sublima en la metáfora de la cabeza de Goliat. Por lo tanto, el 11 de septiembre no recuerda la fecha de la muerte de Sarmiento sino a esa revolución. El azar en la historia, parafraseando a Cortázar, a veces, confunde muy bien las cosas.
Entonces hay que hablar de los trenes para entender la frontera que se levanta frente al Conurbano, frente a la Provincia bárbara y peligrosa. Liniers es una frontera trazada por las vías del Sarmiento y la avenida General Paz. Se trata de un límite simbólico pero, también, poderosamente trágico entre un adentro y un afuera. Esa leyenda aún se lee en algunas estaciones de la ciudad. “Trenes hacia adentro o trenes hacia afuera”. La metáfora del desierto continúa operando, ahora, entre la muralla que lleva el nombre del manco Paz, el General de la civilización y ese Conurbano oscuro, desindustrializado, violento.
Una semana después de la tragedia de Once, donde murieron 52 personas, tomé el tren en Caballito y viajé hasta Liniers. La formación era nueva. Tenía dos pisos y televisores en distintos lugares. Un poco para disimular, tal vez, la escenografía decadente que ocasionó el horror. Los televisores transmitían partidos de fútbol. Y los pocos que viajaban miraban por las ventanillas, silenciosos, tomados por un bamboleo intenso. En un momento, mientras el tren recorría los trasfondos de Flores y Floresta, descubrí en una de las pantallas la imagen de Lucas Menghini, el último de los pasajeros encontrados sin vida entre los fierros de dos vagones, dos días después del accidente. Se trataba de un clip que recordaba a Lucas y a las demás víctimas del choque. Me impresionó ver, en un televisor del tren Sarmiento, un homenaje a los que habían muerto en ese mismo tren. Un rato antes de terminar el clip aparecieron en el vagón dos tipos con unas guitarras. Se instalaron con presencia en el medio del coche, bamboleante, y al grito de “Buenas tardes” se pusieron a tocar. Empezaron a convivir, en ese instante, las últimas imágenes de la tragedia con el rasguido desalineado de una chacarera. Mucho después comencé a pensar que ahí, en esa tensión entre la tragedia y lo festivo, se puede estar definiendo la estética que atraviesa al Sarmiento y que se desparrama, después, cuando uno desciende en la frontera, en ese cruce entre el adentro y el afuera que es el barrio de Liniers. Por eso la idea del cruce está presente todo el tiempo: en los carteles, en la lengua que organiza la vida cotidiana del barrio, en el caos de la superposición. Por ejemplo: uno cruza las vías, cruza a la provincia o se cruza con una mirada filosa que mira sin ver. Siempre, en definitiva, se está cruzando un límite. La iglesia de San Cayetano es el último bastión, un refugio de ese sincretismo: las banderas de los países de América latina que rodean el interior del templo lo demuestran. Es en esa idea de cruce donde aparece resumida la vitalidad de una cultura latinoamericana, una cultura que respira en los rincones de Buenos Aires como un enigma, acechando, una y otra vez, como acecha el espectro del Conurbano a la culta Buenos Aires. Tal vez por eso, hoy, la culta Buenos Aires (indignada por la barbarie interminable que reaparece, muta y la atormenta a lo largo de la historia) resiste y se defiende de semejante inseguridad con el chirrido de sus cacerolas.

Dice Alberto Muñoz:
“Asomé el cuello por la ventana del tren para
impregnarme de todo lo que habla de viajes (…)
No más que seis vagones atravesando la noche,
en cada uno de ellos viaja un fantasma”.


http://blog.eternacadencia.com.ar/archives/2012/25703

18.8.12

Eva Perón



Por Hernán Ronsino.
 En julio se estrenó en Buenos Aires el segundo documental de Nicolás Prividera, “Tierra de los padres”. Es una película filmada íntegramente en el cementerio de la Recoleta. Y narra –a partir de los muertos que, en su mayoría, están enterrados ahí – los doscientos años de violencia que atraviesa a la historia argentina. Tomando los fragmentos de diversos textos, cuarenta personas leen al pie de las tumbas esos contrapuntos. La historia (es decir, el presente puro) es conflicto perpetuo. Se oyen las “voces”, así, de Facundo Quiroga, Rosas, Sarmiento, Mansilla, Mitre, Eva Perón, Aramburu, el poeta Joaquin Giannuzi, Massera, Rodolfo Walsh, entre otros. Como sucede con una película que te impresiona – me sucedió esta semana con “Tierra de los padres” – las imágenes continúan apareciendo; mientras camino, tomo el subte o espero; mientras cruzo la 9 de Julio de noche y veo, por ejemplo, ese nuevo paisaje que se desnuda detrás o antes del Obelisco: la figura de Eva. Los rostros de una mujer cuyo cuerpo se ha transformado en un símbolo. Un cuerpo atravesado por la violencia. Duarte y esa hija no reconocida. El camino, entonces, plebeyo. La decisión de escapar de un pueblo que sólo le presenta un destino doméstico, es decir, de explotación. La actriz plebeya que escapa de lo esperado y, por eso, comienza a ser vista como una mujer ligera. Un terremoto. Perón. La posibilidad de transformar la realidad. Como dice Juan Martini en la trilogía sobre Eva, le llevó apenas siete años construir uno de los mitos más potentes de la historia argentina. Entonces la enfermedad. Los discursos encendidos – esos que dejan jirones de su cuerpo, esos que hablan del sacrificio de la carne – la palabra acorralada pero lúcida. Y la muerte. Ahí, entonces, siento que comienza otra ficción sobre el cuerpo de Eva. El embalsamamiento es el inicio de un relato que permite profundizar la tragedia en el tiempo, más allá de la podredumbre de la carne. Se teje sobre ese “otro” cuerpo la ficción revolucionaria y, como un reverso, la ficción represiva. Uno de los últimos discursos de Eva dice: “Yo sé que ustedes tomarán mi nombre y lo llevaran como bandera a la victoria”. La palabra que pide por la multiplicación de la militancia. Y mientras eso pasa, sucede también la represión: el secuestro y desaparición de su cadáver. Como si ese secuestro y desaparición fuera, en el reverso, el anticipo, ahora, de la multiplicación no de la militancia sino de la muerte sistemática.
Hoy, Cristina elije el linaje de Eva. Se reconoce en esa juventud expulsada de la plaza, del paraíso soñado (lo dijo Néstor: “Y un día volvimos”). Es Eva y no Perón la homenajeada (tampoco en “Tierra de los padres” aparece Perón). Hace unos años, cuando el cuerpo de Perón era trasladado a la quinta de San Vicente – ese cuerpo atravesando la ciudad – desplegaba todavía, en 2006, los espectros de la tragedia. El cuerpo de Perón desata la tragedia. El de Eva está atravesado por ella. Eso parece decirnos la historia.
Uno de los últimos homenajes de Cristina fue la presentación del billete de cien pesos con el rostro de Eva. (Un taxista, primero, me mostró su malestar sobre el gobierno que insiste en dividir al país. Porque Evita, dijo, es una figura que sigue dividiendo al país. Por qué no eligen a otro, a Favaloro, por ejemplo. Y, antes de bajarme, banalizó la famosa frase: “Volveré y seré millones”. Ahí la tenés, dijo, en el billete de cien pesos, hecha millones). Cristina, entonces, recuperó la palabra de Eva, actualizándola. Cristina dijo que “Eva volvió en millones de puestos de trabajo”. Los rostros de Eva en el edificio del renunciamiento, el billete y la recuperación de esa palabra sobre la multiplicación trazan una herencia entre el pasado y Cristina. Un linaje político que la pone a Cristina, por momentos, en una zona que desafía las estructuras peronistas clásicas, las más conservadoras y regresivas. Pero por momentos. Muchas veces elige o se refugia en la lógica del “movimiento”.
Pensaba, después de ver la película “Tierra de los padres”, donde se reproduce un discurso intenso de Eva – habla de los fanáticos – que su cuerpo está suspendido aún; es una ficción que ocupa el presente y sigue multiplicando la palabra. Alguien me dijo hace poco: “¿Qué significaría reconstruir, hoy en día, el panteón que se deseaba construir hace sesenta años y exhibir el cuerpo suspendido de Eva?” En ese cuerpo hay un secreto. Está en su fantasma y no en la orquestación del “líder” el secreto para salir de la encrucijada peronista. Pero: ¿Será así? ¿Se puede escindir de este modo a Perón y a Eva? ¿Habrá que salir del peronismo? El peronismo es esa duda, ese balbuceo que se agita como un péndulo. Atraviesa los cuerpos. Nos trae el recuerdo de una carne sacrificada, hecha jirones, que ardió por su pueblo.   







16.8.12

FILBA 2012



14 de septiembre.
Reescrituras y homenajes
Participan: Hernán Ronsino, Álvaro Bisama y Luis Chitarroni
Modera: Flavia Pitella
19 hs CCEBA (Florida) [ Más información ]

16 de septiembre.
Bitácora del FILBA
Lectura de obra producida ad hoc para Filba
Participan: Rodrigo Hasbún, Kjartan Flogstad, Ronaldo Correia de Brito, Julián Herbert, Hernán Ronsino, Patricia Ratto y Gabi Bejerman
Modera: Pedro Mairal
18 hs, Museo Malba [ Más información ]

27.7.12

sobre overos, tradiciones y crímenes


"En un overo rosado, por las tardecitas, sale a cabalgar el comisario Ramón Folcada. Hernán Ronsino no esquiva ni la tradición literaria ni la historia argentina. Da comienzo a su novela con un epígrafe fulmíneo deOperación masacre y pone a uno de los responsables directos de los fusilamientos de José León Suárez a refugiar su crimen en un pueblito de esos construidos a la vera de un ferrocarril cuyas vías empezaron a ser levantadas tras el golpe del ’55".

18.7.12

El oficio de escritor/2

El filtro se activa entre la imagen y la musicalidad, sucede en el proceso mismo de la escritura. El equilibrio entre el territorio visual imaginario del primer momento con la musicalidad de la frase me hace pensar que ahí hay algo. En la escritura hay algo que inevitablemente aparece, y mucho queda afuera, como por debajo, como algo no dicho. La escritura funciona como una especie de isla que sedimenta la idea, dejando el resto por debajo.

http://www.tomashotel.com.ar/archives/6908

30.6.12

Faulkner



Por Hernán Ronsino.
Cuenta Onetti que cuando Faulkner murió los comerciantes de Oxford pusieron en sus negocios un cartel que decía: “En memoria de William Faulkner este negocio permanecerá cerrado desde las dos a las dos quince”. No sé si será cierto lo que cuenta el uruguayo pero en el caso de que sea cierto hay una forma de homenaje, ahí, en ese tiempo suspendido, breve, donde no se hace dinero. Un tiempo que no es dinero dedicado a recordar a un escritor. ¿Pero cuántos de esos comerciantes lo habían leído? ¿Y cuánto, a su vez, había de mito en ese duelo? ¿Cuánto del mito que sobrevuela, hoy, alrededor de Faulkner? Esa imagen, por ejemplo, que los hermanos Coen muestran en Barton Fink. Un hombre aturdido – no sólo por dinero – que escribe, borracho, guiones para proyectos de películas que muchas veces se frustran. Un genio desesperado. Ese hombre que recién podrá superar sus problemas económicos cuando reciba el Nobel. ¿A quién homenajeaban, entonces, los comerciantes de Oxford? ¿Al autor consagrado, mítico o a Billy? Billy, el tipo que era como ellos. Que parecía como ellos. (seguir leyendo Un artefacto que deja huellas)

25.6.12

Noticias de Alemania

Critica de Glaxo en el taz (diario alemán):

Ronsino gelingt es, mit einer sparsamen, präzisen Prosa das verhängnisvolle Beziehungsgeflecht zu skizzieren und die bedrohliche Atmosphäre einzufangen. In der beklemmenden Enge des Viertels verwundert es kaum, dass seine Bewohner fixe Ideen haben: Der eine glaubt, man könne an den Zehen das Schicksal der Menschen ablesen, der andere malt sich beständig den Tod seiner Nächsten aus, ein Dritter hält die Beine der Negra Miranda denen der Marilyn Monroe für ebenbürtig, ein Vierter träumt von Zügen (...) Ronsino lässt die Notizen von der Deindustrialisierung des Landes wie beiläufig in seine Geschichte einfließen. Zurück bleiben am Ende des Romans ein trister Vorort und ein Kriminalfall, den der Leser zwar für sich gelöst hat, wobei er aber auch feststellen muss: Die Gespenster der Vergangenheit bleiben, der Täter kommt ungeschoren davon, der Verrat des Freundes bleibt unentschuldigt und die Eisenbahn wird zum Phantomschmerz eines abgehängten Hinterlandes.

http://www.taz.de/1/archiv/digitaz/artikel/?ressort=ku&dig=2012%2F06%2F23%2Fa0045&cHash=8f11a89246

13.5.12

Editorial Municipal de Chivilcoy.




El año pasado se sancionó, a través de una ordenanza, la creación de una Editorial Municipal que tiene como fin promover la actividad cultural y literaria de los escritores locales. Con concursos anuales donde se premiarán en cada período distintos géneros narrativos y, a su vez, rescatando del pasado una obra olvidada y necesaria para la cultura chivilcoyana.
Del primer concurso, cuyos géneros eran cuento y poesía, fueron premiados los libros de Gustavo Tenaglia, Cielo Mastrantonio y Elena Garritani.
Tenaglia maneja en su libro “Mastín napolitano” una escritura precisa, clara y potente. Es un narrador que explora la oralidad y ciertas regiones de la cultura popular. Los relatos de Tenaglia siempre nos dejan una extraña vibración que sucede entre el impacto y la reflexión.
Cielo Mastrantonio publica su primer libro de poesía “Los cielos que me siguen” y un nuevo libro de cuentos “El último refugio”. En narrativa, los textos de Cielo buscan hacer trabajar al lector. Uno debe extraviarse y en ese extravío descifrar la espesura de la historia. Una narración por lo tanto hecha de climas, de fragmentos. De una prosa contundente. En la poesía de Cielo – admiradora de Juan Gelman – vibra en la superficie una música que desnuda, en su profundidad, una fuerte sensibilidad. Los poemas de Cielo son ritmos que dejan la emoción en el cuerpo del lector.
Elena Garritani publica su tercer libro de poesía “En la rueda del sol”. Después de “Sin naufragio aparente” y “Este grano de sal”. Los rasgos fuertes que delimitan la obra de Garritani suceden en una zona de exilio. Los barcos, el mar, los viajes, el cuerpo, el homenaje a los poetas. Y la palabra enhebrando esas experiencias. Ahí, en esos resquicios, sucede la voz de Garritani.
Este año la reedición fue para “El pueblo de Sarmiento” de Mauricio Birabent. Un clásico que narra los orígenes de Chivilcoy pero que, a diferencia de otras reediciones, incorpora el espacio para repensar y debatir no sólo la forma en que fue escrito sino también el sustrato ideológico que sostiene a uno de los libros fundantes de la memoria del pueblo.
La editorial Municipal, entonces, ha llegado para quedarse porque nacida bajo una gestión política – Anibal Pitelli, Rodolfo Amar y Florencia Vaccari – debe excederla, según la ordenanza, en su continuidad. Es decir, ya es parte de la comunidad. Y eso es lo que celebramos.
El 18 de mayo a las 20 hs en el salón del Concejo Deliberante se presentarán los cinco libros.  

7.4.12

Chivilcoy en Canal Encuentro



El viernes 13 de abril a las 18:30 hs Canal Encuentro pasará el documental "Chivilcoy, la fundación de un pasado", dirigido por Gerardo Panero. El documental relee el libro El pueblo de Sarmiento escrito por Mauricio Birabent en 1938. Con guión de Hernán Ronsino y música de Marcos Larrañaga. El documental fue premiado por el INCAA en 2011.

30.3.12

Glaxo al alemán






















Letzter Zug nach Buenos Aires

Erscheinungstermin: 19. April 2012
»Angefangen hat das alles an einem Morgen im Oktober 58. Der Zehn-Uhr-Zug fuhr langsam ein; aus der Lokomotive quoll dichter schwarzer Rauch und verdeckte die Silos bei den Mühlen.«

Vardemann, Oktober 1973 – Bicho Souza, Dezember 1984 –Miguelito Barrios, Juli 1966 – Folcada, Dezember, 1959.
Eine Kleinstadt in der argentinischen Provinz. Man kennt sich. Bald kennt man auch den Polizisten Folcada, der hierher versetzt wurde, nachdem etwas schief ging beim Massaker von San Martín.
Seine Frau, die Negra Miranda, und ihre unvergesslichen Beine bleiben ebenfalls nicht unbemerkt.
Jemand lernt Folcadas Frau ein bisschen zu gut kennen. Jemand bezahlt dafür. Die Beteiligten sprechen, jeder zu seiner Zeit.



28.2.12

Tren nacional y popular

"La nacionalización de los ferrocarriles que aquí postulo implica no solamente la expropiación de los bienes de las empresas privadas y extranjeras. Ese acto reducido a sí mismo, produciría un beneficio nacional indudable. Trocaría el propietario privado y extranjero por el gobierno nacional, en quien debemos sentir representados nuestros mejores anhelos. Pero el cambio debe ser más profundo. El ferrocarril debe cesar de estar al servicio de su propio interés. Debe dejar de perseguir la ganancia como objetivo. Debe cambiar por completo la dirección y el sentido de su actividad para ponerse íntegramente al servicio de los requerimientos nacionales".
Scalabrini Ortíz, 1947.

Frenar, desviar, revertir

11.2.12

En ciernes/2





















Sumario:

Editorial/ Especial Extranjero: Alejandro Boverio- Hernán Ronsino- Sebastián Russo- Luciano Guiñazú/ Carta al padre: Nicolás Lavagnino/ De viajeros: Miguel Vitagliano- Dardo Scavino/ Cartas sobre la mesa: Juan José Valle (presentadas y seleccionadas por Luciano Guiñazú)/ Polémica contemporánea: Tomás Abraham-Diego Tatián/ Misivas clásicas: Carlos Astrada (presentadas y seleccionadas por Guillermo David)/ Encrucijadas: Martín Cristal- Carlos Busqued/ Matías Rodeiro

Donde encontrarla

3.2.12

Un puerto





"El puerto es paraje bien querido/ allí están la aventura, el recuerdo, el olvido y el ansia de partir, que ¿quién no la ha sentido?"
Raúl González Tuñón.
Foto: Valparaíso, enero de 2012.

2.2.12

23 de septiembre de 1973

























En enero de 2010, en el contexto del Bicentenario de la independencia de Chile, la presidenta Bachelet inaugura el Museo de la Memoria que tiene por objeto visibilizar las violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1973 y 1990. “No podemos cambiar nuestro pasado; sólo nos queda aprender de lo vivido”, dice Bachelet en el discurso de apertura, frase que, incluso, se puede leer al ingresar al museo. A diferencia del Espacio para la Memoria ubicado en la ex ESMA, en Buenos Aires, el museo de Chile se presenta así, como museo. Emplazado en un edificio construido de cero –una arquitectura moderna “que consigue una luminosidad natural que genera efectos inesperados”– tiene, además, por objetivo potenciar culturalmente una zona de la ciudad, el Santiago Poniente. El edificio, entonces, se levanta sobre un lugar que no registra directamente una conexión con la dictadura. Es un edificio nuevo. Allí aparece otra diferencia, por ejemplo, con la ex ESMA en donde se resignificó el espacio del horror (algo semejante ocurre en Chile pero con Villa Grimaldi o Londres 38, por ejemplo, centros de tortura ahora recuperados). A su vez, el diseño interior en el Museo de Santiago está compuesto por memoriales, objetos, fotos, elementos gráficos y audiovisuales que marcan otra forma de representar la Memoria, a diferencia de la ex ESMA en donde los espacios están vacíos.
(Seguir Leyendo: El fin de la primavera)

3.1.12

2012

Hace una semana escribí mi primer poema.
Lo hice sin ser consciente. Como cuando dibujaba de chico. Me gustaba dibujar de chico: tomar los lápices y hacer trazos. El tiempo pasaba como si no fuera tiempo. Cuando terminaba de dibujar sentía que regresaba. Pero técnicamente me fui convenciendo de que era malo. Y eso me alejó del mero placer de dibujar. Y del tiempo maravilloso que uno percibe cuando crea. Al empezar a escribir me reencontré con ese mundo. Pero, ahora, las puertas de la poesía estaban cerradas. Siempre me pareció imposible escribir un poema. Hace una semana escribí uno. No sé si es bueno o es malo. Lo escribí. Entonces sentí que conquistaba una zona imposible. Ayer le dije a un amigo: “Escribir un poema es como dibujar”. Y le dije que ojalá cada uno pueda descubrir y explorar y ocupar esos lugares que siente imposibles y, en esos lugares, multiplicar la imaginación (que se confunde bastante – a veces son la misma cosa– con la felicidad). Eso dije. Eso deseo.

Dignidad, sexo, poesía, lo nuevo: un puñado de deseos para 2012

Huellas del pasado