28.12.09

Un balance

"Tres novelas comparten el podio de lo mejor del año. Lejos de dónde (Tusquets), de Edgardo Cozarinsky, en la que bucea en la existencia de un puñado de criaturas que cargan con la mochila de un destino incierto; náufragos que huyen de peligros reales, amenazas latentes o imaginarias, con identidades y pasaportes falsos, hacia alguna orilla lejana donde encontrar refugio y trabajo. Esos seres apaleados por la historia con mayúscula se proponen reconstruir sus vidas, llegar a un puerto seguro donde intentarán, infructuosamente, liberarse del pasado. En Glaxo (Eterna Cadencia), segunda novela de Hernán Ronsino, el escritor se desplaza hacia la periferia de Chivilcoy para enfocar mejor las luces y sombras de un mundo que se desmorona sin remedio, y del que no quedarán ni siquiera los escombros de las vías del ferrocarril, levantadas en octubre de 1973. Marcelo Cohen siempre sorprende al lector. Lo hace, nuevamente, con La casa de Ottro (Alfaguara), que transcurre en la isla Ushoda, un lugar donde los políticos son una especie menguante y los pocos que alguna vez han tenido un poder mínimamente aceptable estuvieron al borde de caer aplastados por los consorcios económicos. Una narradora extremadamente nerviosa, Fronda Pátegher, asesora de campaña y de gobierno de Collados Ottro, debe lidiar con un incómodo legado: la casa de este señor que fue su suegro".
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-16474-2009-12-24.html

Huellas del pasado