En las puertas del mismo local, pero con cinco años de diferencia, el relieve de dos postales.
Antes, en la calurosa noche del 20 de diciembre, el local de articulos del hogar estaba amurallado, y en la esquina ardían cubiertas y se escuchaban los estruendos de las cacerolas.
Anoche, en las puertas de ese mismo local, luminoso, ahora, adornado para la navidad, dos camiones descargaban electrodomésticos que, sin dudas, satisfacen, llenan, realizan, a los gritos estruendosos de la cada vez más lejana noche calurosa.
2 comentarios:
Error. No hay más que la poderosa ilusión de estar satisfechos, llenos, realizados. La saciedad es ilusión, de ahí lo poderoso de este mecanismo que se perpetua una y otra vez. Y mientras seguimos pagando la felicidad en cuotas ad eternum.
Bailamos por un sueño
Cantamos por un sueño
Pagamos por un sueño
shhhh... Ronsino... no nos despierte!
zzzzzzzzzzzzzz
zzzzzzzzzzzzzz
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