13.1.06

El ritmo

Se aplasta. Se aplana. Se modula, primero en la voz. Hay una voz. ¿Hay una voz? Se muerde, en la garganta. Se coagula, como un grito macerado. Se almacena. Y brota - inesperado - en los dedos. Como la humedad. Pero de flores. Inesperado alivio. Hay un ritmo que no puedo parar. Crece desde la punta de los dedos. Sucede. Inesperado. Se aplana en el papel. Se derrama, para desmoldarse, levemente, erguidamente. Aunque inesperado. Renueva al sol. ¿Hay una voz? Hay un ritmo, que no puedo parar. En las manos. Sucede. Como la respiración de un pájaro.

Moquehuá, viernes 13. 11:43 A.M

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Huellas del pasado